Sin duda alguna, tener una correcta salud bucal ayuda a disminuir la pérdida de dientes, a disfrutar harto el sabor de los alimentos e impulsa mucho más el tema de la apariencia personal, el bienestar y la salud en general.
Empecemos por parte, una de las consecuencias mas comunes y más complejas tiene que ver con la mala digestión que se produce en el cuerpo.
El hecho de tener dientes que no ayuden a masticar como debe ser, perjudica el recorrido del bolo alimenticio, ya que no permite que se degluta de la manera correcta.
Al no poder masticar bien los alimentos, se eligen alimentos mas blandos y sin fibra. ¿Esto qué quiere decir? Que tendríamos una carencia importante de nutrientes.
Ahora, vamos a hablar de las alteraciones que se producen al hablar.
Una característica muy particular de las personas es su tono de voz y su pronunciación, algo que está determinado, en parte, por nuestros dientes. Los labios, lengua, las cuerdas vocales y garganta influyen también en nuestra habla pero la ausencia y disposición de piezas dentales lo hacen, si cabe, con mayor intensidad.
El papel de unos dientes sanos y bien colocados es esencial, ya que modula la cantidad de aire que sale por la boca cuando articulamos palabras y frases. Además, la lengua golpea los dientes al pronunciar determinados sonidos.
Y finalmente, pero no menos importante, tenemos que mencionar el aspecto psicológico y social que afecta a los pacientes.
Una mala higiene dental conlleva a la baja de autoestima y, por lo tanto, llega a tocar los puntos de la depresión. Además de esto, la vergüenza y el miedo al rechazo también se hacen frecuentes en los estados emocionales de la persona cuando existe un descuido dental tan pronunciado.
La presencia de caries, el exceso de placa y la halitosis son otras consecuencias que también hay que abordar en futuros artículos.
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Dr. Rodrigo Aguilar Teca